La revolución biónica: prótesis que son más que un reemplazo de lo real
La revolución biónica: prótesis que son más que un reemplazo de lo real
La revolución biónica: prótesis que son más que un reemplazo de lo real
Durante décadas, las extremidades protésicas se han diseñado para simplemente reemplazar la función de una extremidad faltante o dañada. Sin embargo, con los avances en tecnología y medicina, ha surgido una nueva era de prótesis, una que va más allá del mero reemplazo y en el ámbito de la mejora. Bienvenido a la Revolución Biónica, donde las prótesis no solo imitan el cuerpo humano, sino que también aumentan sus capacidades.
La evolución de las prótesis
Las prótesis tradicionales han recorrido un largo camino desde su inicio. Desde patas de madera simples hasta extremidades mecánicas sofisticadas, se han diseñado prótesis para proporcionar a las personas amputaciones o diferencias de extremidades con mayor movilidad e independencia. Sin embargo, estas prótesis a menudo han estado limitadas por su naturaleza mecánica, sin el matiz y el control de una extremidad natural.
El avance biónico
La revolución biónica comenzó con el desarrollo de las prótesis de extremidades que pueden ser controladas por los pensamientos del usuario. Los neuroprotéticos, como se les conoce, usan sensores de electromiografía (EMG) para detectar las señales eléctricas producidas por los músculos en la extremidad restante. Estas señales se traducen en comandos que controlan la extremidad protésica, lo que permite un movimiento más preciso e intuitivo.
Uno de los pioneros en este campo es el sistema de brazo Deka, un brazo protésico desarrollado por Deka Research & Development Corp. Esta extremidad protésica avanzada puede realizar una amplia gama de tareas, desde simples comprensiones y manipulación hasta acciones complejas como atar cordones y tocar instrumentos musicales.
Prótesis controladas por la mente
La próxima generación de prótesis lleva el concepto de neuroprotética a un nuevo nivel. Con el desarrollo de interfaces de computadora cerebral (BCIS), los individuos pueden controlar sus prótesis con sus pensamientos solos. BCIS usa electroencefalografía (EEG) o electrocorticografía (ECOG) para detectar la actividad eléctrica en el cerebro, que luego se traduce en comandos para la extremidad protésica.
El brazo de Luke, desarrollado por Mobius Bionics, es uno de ello. Este brazo protésico está controlado por un sistema BCI que permite a los usuarios controlar el brazo con sus pensamientos, lo que les permite realizar tareas con precisión y velocidad sin precedentes.
Mejoras biónicas
La revolución biónica no se trata solo de restaurar la función; También se trata de mejorar las capacidades humanas. Se están diseñando extremidades protésicas para proporcionar a las personas fuerza, agilidad y resistencia sobrehumanas. Por ejemplo, el Hero Arm, desarrollado por Open Bionics, es una extremidad protésica que puede ser controlada por señales musculares y puede realizar tareas que serían difíciles o imposibles para las personas con prótesis tradicionales.
El futuro de las prótesis
La revolución biónica recién comienza, y las posibilidades son infinitas. A medida que la tecnología continúa avanzando, podemos esperar ver prótesis que no solo son más sofisticadas sino que también están más integradas con el cuerpo humano. Los desarrollos futuros pueden incluir:
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- Extremidades protésicas con retroalimentación sensorial: Prostes que pueden proporcionar retroalimentación sensorial al usuario, lo que les permite sentir sensaciones táctiles y cambios de temperatura.
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- Proyréticas con músculos artificiales: Prostes que usan los músculos artificiales para imitar el movimiento natural y la flexibilidad de los músculos humanos.
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- Exoesqueletos biónicos: Exoesqueletos que pueden mejorar la fuerza y la resistencia humana, lo que permite a las personas realizar tareas que serían imposibles sin ayuda.
Conclusión
La revolución biónica está transformando el campo de las prótesis, permitiendo a las personas con amputaciones o diferencias de extremidades vivir de manera más independiente y realizar tareas con mayor facilidad y precisión. A medida que la tecnología continúa avanzando, podemos esperar ver prótesis que no solo reemplacen la función de una extremidad faltante sino que también mejoren las capacidades humanas. El futuro de las prótesis ya no se trata solo de reemplazo; Se trata de revolucionar la experiencia humana.
